INTERNET Y LA ALIMENTACIÓN: Una población confundida




Un problema grande que tenemos hoy en día respecto a la salud y la alimentación es el exceso de información. Si, gracias a internet tenemos acceso a una gigantesca biblioteca en la que figura cualquier tema que a uno se le pueda ocurrir. Lo primero y lo último que se te pueda pasar por la cabeza, allí estará. Lo más serio y lo más ridículo, lo más simple y lo más descabellado. El problema viene cuando hay que decidir lo que es cierto y lo que no.

De un par de años a esta parte, se está despertando en la gente la necesidad de saber un poco de todo. Los temas de conversación pueden girar hacia muchos lados, dependiendo del tipo de círculos en los que nos movamos. Cada sector domina el tema que le coge más de cerca, ya sea por obligación o devoción. En este punto voy a hacer un inciso: dejo fuera desde ya, al que se pasa la vida sentado frente al televisor, y no es capaz ni de pensar por si mismo, ni de formarse una opinión propia.Todo lo que sale por su boca son frases memorizadas y repetidas, escuchadas en los programas del corazón, perdón, del "grito pelao" y similares. 

En cuanto a los demás seres pensantes, los hay de todo tipo, los que hablan pero saben escuchar, los que escuchan y no hablan pero piensan, y los que hablan sin escuchar a nadie mas que a sí mismos. Entre todos las inquietudes vuelan alto. Nadie se quiere quedar atrás en el fragor de la tertulia. Hoy en día, las tertulias son más como batallas, en el que todo ser humano que se precie, debe buscar su sitio y hacerse escuchar para ser respetado. Para ello tiramos de internet más que de los libros, por desgracia, aunque, la verdad sea dicha, con el estilo de vida y la marcha tipo tren de alta velocidad que llevamos, los momentos para coger un libro y perdernos en su lectura son escasísimos. Y el recurso más utilizado es la red.

Pero ¿que ocurre? Que en la red se encuentran desde los tontos más tontos hasta los sabios más sabios, y muchas veces, es difícil distinguirlos. Porque hay tontos muy listos, y sabios censurados.  Y corremos el peligro de estar repitiendo la historia del zombi de la caja tonta: que como algunos hablan taaaaan bien, nos los creemos y nos sentimos inclinados a repetir sus opiniones. Pero hay que tener un cuidado...!!! En internet cabe todo el mundo, y en su espacio el bloguero es el rey. Si sabe llevar a sus súbditos por el camino que él mismo dicte, se convertirá además en profeta, y en el momento en que tenga un cierto número de seguidores, ya es una autoridad cibernética incuestionable (para su grupo, claro), que lo defenderá hasta la muerte. Como a su equipo de fútbol.

Bueno, que me estoy yendo por las ramas. Creo que me entendéis. Que hay demasiada información para un cerebro de ir por casa. Que el que no está jubilado, es rico, o un nini, no es capaz por la gloria de su madre de estar al tanto de todo. Que le puede salir cualquier enteradillo que le convenza de que lo mejor para quitarse esos kilos de más es hacer una dieta de comer las salchichas, huevos y bacon que le de la gana - conocida como Atkins- (con la que adelgazará, pero caerá muerto al año y medio, arterioesclerótico perdido), o hacer una dieta de aire del Himalaya embotellado, con el que alcanzará la perfección espiritual (después de pasar a la otra vida). Y como el maromo en cuestión suene un poco serio defendiendo sus argumentos, y eche mano de algún libro con nombre impactante, ya la tenemos. Sin comerlo ni beberlo, (nunca mejor dicho), se ha creado la filosofía de la dieta de "te toca comer esto por tu tipo de sangre", la dieta de "pierde peso comiendo galletas antes de comer", o la del "comer según las costumbres del hombre de Cro-Magnon", que a su vez debatirán hasta la muerte con otros grupos similares pero contrarios, entre ellos el que ha descubierto que "las semillas de kiwi matan".


En fin, que por mucho que nos pensemos que no vamos a caer en esas trampas organizadas para vender, por gente muy lista, y que habla muy bien, estamos bastante indefensos ante la charlatanería y las argucias para ganar adeptos. Que una moda, bien planeada, puede hacer rico a alguien en un abrir y cerrar de Windows.

Que lo que fastidia es que cada semana nos tengan que salir con una dieta nueva, un truco nuevo, una moda nueva. Que la gente está desesperada por lograr sus objetivos sin ningún esfuerzo, y sin cambiar nada en su vida. Que aún quedan colgaos que se creen que un día de estos saldrá un método milagroso para cebarse hasta las cejas, no pegar golpe, pasarse las horas muertas frente a la tele con el teikagüey del macdonalds, y aún así poder estar guapo y cachas como los de los programitas esos. Que... que... ¡Que ya he vuelto a hablar de ellos, leches! 

Yo a quienes quería defender era a los bienintencionados, que buscan información y la encuentran, tan confusa y contradictoria, que o se montan al carro equivocado, o que lo dejan todo para seguir haciendo lo que han hecho siempre, por hartazgo. Y la cosa es que no es tan difícil. No pretendo venir yo aquí ahora a dar lecciones, ni mucho menos, porque yo también he sido víctima de algún "lengua suave", como todo el mundo. Pero después de una temporada de preguntarme por qué demonios expertos de aquí y expertos de allá dicen cosas tan opuestas y contradictorias, he llegado a la conclusión de que hay que escuchar, si, y contrastar, también. Pero a no ser que te dediques a la enseñanza (en cuyo caso la selección de información debe ser rigurosa) o tengas una razón de peso para necesitar tener los datos exactos), la mejor manera, sin lugar a dudas, en el tema de alimentación, es, como decía un sabio del que ya no recuerdo el nombre: "Si está hecho por el hombre, no te lo comas". Eso me impactó.




Está claro que no podemos llevar una alimentación absolutamente perfecta, con la vida que llevamos, pero cuanto más cercana a lo natural 100%, a lo más bajo de la cadena alimentaria, mejor. La estrategia para mantener una buena salud sin perder la cabeza, es usarla, para alimentarse de lo que nos da la madre naturaleza, que no se equivoca! El hombre sin embargo SI lo hace, y mucho, como viene demostrando desde que que era muy peludo, y empezó a dar golpes con ese hueso que se encontró, mientras sonaba a toda pastilla "Así hablaba Zaratustra". 


No lo digo yo. Es de lógica. Y es lo que les funciona a las sociedades más longevas y sanas del mundo. Come lo que te de la madre Tierra, cerca de ti, recoge sus frutos, lo que crece al sol, bajo tierra, junto al agua o en secano, en rama, planta o arbusto, en forma de fruto, semilla, brote u hoja, de todos los colores, formas y tamaños, cómete los que puedas crudos, vivos, para que te den vida, disfruta los sabores naturales, los alimentos obtenidos sin violencia, porque te los da la tierra, que es enormemente rica en variedad y generosidad. En ella encontraremos todos los nutrientes esenciales que necesitamos. No hace falta destruir ninguna vida para mantener la nuestra. Ni tampoco engullir sustancias artificiales fabricadas con la sola intención del beneficio económico, sin importar los venenos que contengan, ni alimentos despojados de los nutrientes esenciales, como los refinados, los modificados genéticamente, o los procesados.



No es tan difícil. Es de sentido común. Solo hace falta conectar de nuevo con la naturaleza, y tomar lo que nos ofrece. Es tan sencillo como eso. Y sé feliz.

Un abrazo.


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