DIA MUNDIAL DEL VEGANISMO: 1 DE NOVIEMBRE


Hoy es el día Mundial del Veganismo. ¡¡Saludos, colegas veganos!!

Me pongo a escribir esta entrada después de una deliciosa cena vegana consistente en unas rebanadas de seitán a la plancha, con una ensalada de escarola con palmitos, bambú, tomate, pepino, pimiento, coliflor cruda, col de bruselas cruda rayada, brotes de alfalfa, aceitunas negras de aragón, y nueces, con aceite de oliva virgen y vinagre balsámico, unas papas de remolacha, y dos tostadas de pan de centeno con una crema de queso vegano con ajo y hierbas..... mmmmm!!! Todavía me estoy relamiendo!!

En el mismo momento estoy viendo en la tele un documental sobre cocina en el que la gente se pone las botas con unos grasientos platos de animales muertos, con unas poquitas verduras, cuyo papel es mas la decoración que otra cosa, a las que se les ha desprovisto de toda vitamina y propiedad nutricional a base de cocinarlas de manera prolongada a altas temperaturas. Casualmente (?) la gente que disfruta de semejante platerada de alimento (?) con poco poder nutricional, y sí muchas calorías y grasa, están casi todos ellos bastante entraditos en kilos, y como lo habitual es que coman ese tipo de platos cada día, sin darse cuenta siguen comprando boletos para lotería de las enfermedades.

Reconozco que es difícil cambiar de hábitos cuando uno ha crecido en un ambiente familiar en el que las comidas de mamá, que sigue siendo una fantástica cocinera, eran bien sabrosas, (¡por lo menos las de la mía!) En casa no podíamos esperar a la hora de comer, porque esos platos que ella nos preparaba eran deliciosos. Y además tenía cuidado de no dejarnos que nos pasáramos con las repeticiones, y no permitía la glotonería. Cualquier golosina era administrada con cuidado. También tengo que decir que siempre, siempre, la ensalada era lo primero, (mis padres en ello no condescendían), y que mamá siempre las hacía con cariño e imaginación, y eso nos acostumbró a saber apreciar los sabores crudos.

Ahora sin embargo es la comida basura sobrecargada de aditivos, azúcar y sal, la que ha sustituido a la comida de las mamás. Ni hace falta comentar que, aunque los guisados de nuestras madres no eran lo más sano del mundo, porque se cocinaba durante mucho tiempo y el calor destruía las propiedades de los alimentos, eran mucho mejor que lo que se come en demasiadas casas hoy en día. Por lo menos aquellos estaban hechos de materia prima natural, o sea, de alimentos que que traían del mercado, que no estaban procesados. No se compraban, como ahora, ya cocinados, con el peligro para la salud que eso implica, si se usan más de una vez al mes. Los padres hoy en día no tienen tiempo de ponerse a preparar un buen menú para sus hijos, y por desgracia, eso se está notando en la salud de los niños.

Los almuerzos en el colegio a base de bollicaos y otras golosinas, las cenas a base de alimentos precocinados, y las contínuas visitas a los burgers, los está condenando a un futuro de enfermedad.

Nuestro paladar, además, se acostumbra a ciertos sabores desde niños, y luego es muy difícil cambiar y adoptar una alimentación natural, que no esté potenciada con exceso de sal, azúcar, y otros ingredientes mucho peores. Al estar habituados a ese tipo de comidas, lo natural nos parece soso. Si no usamos salsas, sal, grasas animales, etc, los alimentos no nos saben a nada.

Pero no es que no tengan sabor, es que hemos maleducado a nuestro paladar con excesivos condimentos, lo que hace que perdamos la sensibilidad para notar el sabor natural de los alimentos. Cosa aparte es el poco sabor de los vegetales y frutas de hoy en día, debido a la agricultura intensiva, las modificaciones genéticas, etc. Si queremos recuperar el antiguo sabor de las frutas y verduras, tenemos que comprar producto ecológico y orgánico, además estaremos apoyando a los agricultores que nos ofrecen esta opción más sana, y contribuiremos a que estos alimentos bajen de precio.

En fin, que en cierta medida comprendo que al consumidor de la alimentación tradicional, la de toda la vida, le sea difícil de repente dejar de consumir animales y empezar a comer tofu y seitán, pero lo que no comprendo es que la gente siga teniendo esa visión negativa del veganismo, como si fuera una opción peligrosa y con carencias.

El veganismo ofrece a todo el mundo, incluídos los niños, no solo un modo de vida sano que evita las grandes enfermedades de nuestro tiempo, sino una manera de ser y sentir, que une a las personas con la naturaleza y les acerca a las demás especies.

A mi a veces me hace reír el hecho de que las personas que critican mi forma de alimentarme, tengan en su mayoría algo que yo podría criticar, pero que por educación, no hago. Palabras de advertencia por mi salud han salido de boca de personas con la cara abotargada, roja y con eccemas, gordos, gente con granos, gente que confesaba estar cansado todo el día, con la tensión alta, con dolores en las articulaciones, y todo tipo de afecciones, en su mayoría, causadas por la alimentación.

Y yo me miro, y miro a otros veganos, muchos de nosotros ya ningunos jovencitos, y nos veo tan sanos, delgados pero no flacos, con energía para llevar adelante nuestros ajetreados días y no caer rendidos al final de los mismos, sin haber pasado un constipado en años, gripe ya ni me acuerdo, y pienso... pero esta gente que me está contando?? ¿Que autoridad y experiencia tienen para decirme a mi que tenga cuidado con lo que como?

Muchas veces ni siquiera la autoridad da derecho a emitir ciertos juicios, y me refiero a profesionales de la salud, médicos concretamente. Por mi trabajo, tengo trato con muchos de ellos, y alguna vez he puesto a alguno en una situación comprometida. Muchos médicos no tienen mucha idea del papel de los alimentos en la prevención de las enfermedades, ya que en toda la carrera médica se estudian unas 6 horas de nutrición. Y eso se puede comprobar solo con mirarlos. ¿Cuantos médicos conoces que estén gordos y abotargados? Yo muchos.

Bueno, no me voy a meter demasiado con ellos, porque ellos símplemente repiten lo que han escuchado durante años... que si no comemos carne ni leche enfermaremos. ¿Como convencerles entonces de que es la carne y la leche la que nos enferma? Y mas sin tener un titulo que dice "médico" y que en España es un equivalente a "Dios". Las ideas, machacadas durante generaciones, son difíciles de desechar. También es difícil para un ignorante cambiar de opinión. Querrá preservar la suya cueste lo que cueste y pase lo que pase. Una persona inteligente, sin embargo, sabrá reconocer las evidencias y cambiar de opinión. Y las evidencias cada vez son más numerosas y están más claras.

Por otro lado, recientemente he tenido el placer de conocer a doctores que no solo saben de nutrición, sino que dedican buena parte de su tiempo a informarse sobre los últimos descubrimientos y estudios en materia de alimentación y salud. Algunos de ellos me han animado a seguir con mi dieta vegana, reconociendo que me mantendrá sana y me dará una larga vida, especialmente si un buen porcentaje de los alimentos que consumo son crudos. Ya es bien sabido que la temperatura de la cocción mata las propiedades nutricionales de la mayoría de alimentos.

El veganismo, bien llevado, es la manera más sana de alimentarse, aunque entre mis razones para ser vegana, esta no sea la primera. El respeto a los animales, y el cuidado del medioambiente son las razones principales por las que pasé de ser vegetariana a ser vegana. Y también son las de el 99% de veganos. El veganismo es, aparte de un tipo de alimentación, una filosofía de vida en la que se contempla el respeto por la naturaleza, en la que se iguala el derecho a la vida de todas las especies que habitan el planeta, en la que las personas no se apropian de la vida de otro ser para explotarlo y usarlo como entretenimiento, como esclavo, o para alimentarse de el o vestirse con su piel.

La arrogancia del ser humano le lleva a pensar que por tener un cerebro pensante, puede hacer lo que le venga en gana con las vidas de otros seres. Para él ellos no cuentan, ya que son menos inteligentes. Una manera verdaderamente cruel y necia de discriminación. Como soy el fuerte y el que piensa, tu vida no importa, y hago uso de ella como me plazca. Como dijo el filósofo Jeremy Bentham: "La pregunta no es ¿Pueden razonar? ni ¿Pueden hablar?, sino ¿Pueden sufrir?

La persona que adopta una forma de vida vegana, tiene, sin duda, unas inquietudes espirituales y un sentido de la ética y la compasión que le sitúan a un nivel que todavía muchos no pueden comprender, porque para el hombre primitivo, todo lo que hay sobre la faz de la Tierra está ahí para su uso y disfrute. Para el hombre avanzado, sin embargo, el respeto por la naturaleza y la vida, está por encima de sus caprichos. Y se puede perfectamente tener una vida plena y feliz, sin utilizar a los animales.

El vegano es una persona que vive en armonía con la naturaleza, sin dañar a otros, que disfruta su vida porque está sano y no contribuye a la crueldad de la raza humana, y que se involucra en acciones humanitarias para con animales y personas. Que nadie se equivoque: ya lo he dicho otras veces, una cosa no quita la otra. La gente que nos critica porque defendemos a los animales no tiene el cerebro suficiente para saber que se pueden hacer las dos cosas a la vez, y normalmente los que critican son los que menos hacen por nadie.

Y para acabar, os voy a contar una anécdota que me ocurrió hace unos días, mientras tomaba parte en un evento al que asistían muchos médicos y profesionales de la salud. Mientras comíamos, al ver que yo pedía platos que no tuvieran carne, ni pescado, ni lácteos ni huevos, mis compañeros de mesa, médicos los dos, me comentaron con tono condescendiente, que seguramente debería hacerme unas pruebas clínicas, porque tendría que controlar las deficiencias que la dieta vegana con seguridad me reportaría. Me animaron a hacerme un test muy moderno y novedoso que tenían disponible en el salón de congresos, por el que se podría comprobar en pocos minutos el estado de mis huesos, de la producción de colágeno en mi cuerpo, y de posibles deficiencias en mi organismo. No dudé ni un segundo, les dije que estaba dispuesta, y pasé a hacerme la prueba. Me aplicaron una especie de gel en la parte interior del brazo, y pasaron un aparato eléctrico por él. Después de varias pasadas, apareció una imagen similar a la de una ecografía. Yo no entendía el significado, pero al doctor se le quedó cara de circunstancias al ver la imagen. Al fin, me dijo: vaya, estoy impresionado. Todo ha salido prácticamente perfecto, sobre todo el colágeno en tu cuerpo. El resultado es de los mejores que he hecho hasta ahora. Lo único en lo que estás un pelín baja es en la elastina en tu piel, pero es muy poco. Además esto es normal al cumplir años, y debo decir que según el test estás mejor que la mayoría de mujeres de tu edad (carnívoras, por supuesto ;)

¡¡Satisfacción, baja, que sube Cristina!! ¡¡Que momento!! ¡¡Que gozo y que alegría, no solo por el haber podido comprobar a través de un avanzado método médico que mi salud y mi organismo vegano estaban como una rosa, sino por las palabras del profesional, que de irónicas pasaron a humildes, y por el glorioso momento de afirmación personal e ideológica. He de reconocer que sentí el placer de la dulce venganza, y como no debería ser así, me guardé mis comentarios para mí, y solo le dije al doctor que me alegraba mucho del resultado, y que muchas gracias por haberme dejado probar su maravilloso aparato.

Estoy segura de que el simpático señor va a comenzar a investigar un poco más sobre el potencial del veganismo, por lo cual, yo me quedo tan contenta, ya que además de un buen momento, lo ocurrido sirvió para que un profesional de la salud mas, comience a observar el veganismo como una opción para recomendar.

Una vez más, queridos lectores, os invito amablemente a que le deis una oportunidad al veganismo. Intentadlo aunque sea un par de días a la semana. Usad la imaginación, la creatividad, explorad las webs veganas y comed sabiamente, y veréis como disfrutáis de la cocina vegana, y como vuestra salud os lo agradece.

Os recuerdo que un vegano contribuye muchísimo más que cualquier otra persona, aunque ésta sea ecologista pero carnívora, a la protección del medio ambiente. La producción de carne es la causa número uno del cambio climático, y por su causa millones de seres humanos mueren de hambre, millones de animales sufren una vida espantosa y mueren de manera cruel, hectáreas de bosques desaparecen cada día, millones de litros de agua se pierden, y toneladas de gases contaminantes se emiten a la atmósfera. Hazte vegano y no contribuyas a todo eso. Sé parte de la naturaleza y no contribuyas a su destrucción. Tu también te sentirás mejor. Te lo garantizo.

Un abrazo enorme a todos los veganos del mundo, en este día especial, y otro a los que estéis considerando esta opción. Os dejo con el trailer de "Earthlings", para que los que no lo sepáis, conozcáis un poco la situación de las pobres criaturas a las que el hombre tortura cada día.

Cristina


Comentarios

  1. Todavía me estoy relamiendo de tu delicioso menú Cristina.

    Permíteme apuntar sólo una cosa, y es que muchas sociedades de las que llamamos primitivas, fueron y son mucho mas respetuosas con la naturaleza y su entorno de lo que lo son muchas sociedades modernas.

    No he tenido el gusto de conocer a veganos, y no te quepa duda de que aprecio mucho tu exposición del tema (enhorabuena por tu análisis ;o)).

    Escuchar, que no oir, es algo que se ha convertido en rareza en el mundo moderno. Un placer escucharte Cristina.
    Con todo respeto, eso sí.
    Besos.

    Jesús.

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  2. Hola Cristina, te envía saludos una vegana desde argentina...ojalá nuestra difusión cree conciencia en más humanxs, y la filosofía vegana sea incluída en los colegios, aquí se sigue imponiendo la imagen de una vaca con flechas que indican "los usos que se le da" sin abrir espacio a otras formas de coexistencia, y "moldeando" la cabeza de lxs niñxs, que como decís, luego es costoso revertir...pero se puede, yo lo hice...Un abrazo vegano

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  3. Es verdad, Jesús, que muchas sociedades primitivas respetan mucho no, muchísimo más a la naturaleza que lo que se ha dado en llamar "el primer mundo". Cuando decía "primitivo" debí haber aclarado que estoy usando ese término con su significado ético, moral, y espiritual. No me refería a las sociedades primitivas en el aspecto social, sino al hombre que, aunque vive en el mundo moderno, con todos los avances, se mantiene en un estado primitivo como persona, con una visión de la vida totalmente egoísta, en la cual él es el centro del mundo, y lo mas importante es YO, YO y YO MISMO. Lo que le rodea no le importa, mientras el esté confortable en su sillón. Ayudar es algo que no contempla, a no ser que reciba algo a cambio.
    El hombre avanzado, sin embargo, intenta que su modo de vida no perturbe demasiado el equilibrio de la naturaleza y las demás especies, y muchas veces se pone él en último lugar, por no causar un daño que pudiera ser evitado. Afortunadamente, aunque el mundo parece ir a peor, y aunque la sociedad moderna cada vez se vuelve más egoísta, también está en alza un movimiento de gente sencilla pero muy avanzada espiritualmente, que no tienen porqué ser monjes Tibetanos, pero que son conscientes de que sus acciones, de manera individual, y también colectiva, pueden significar que la humanidad tome un camino u otro. Gente que no se rinde por la adversidad, o porque aquellos que prefieren estar cómodos en sus sillones les llamen locos. Los cambios radicales en este mundo siempre han sido producidos por "pequeños grupos de rebeldes".
    Este tipo de gente, es el que necesita el mundo para avanzar, no tecnológicamente, que de eso ya vamos bien, sino espiritualmente. La sociedad moderna está plagada de seres primitivos, que atontados por los medios de comunicación y la televisión basura, la comida rápida, y la deficiente educación, permanecen en un estado vegetativo en el que la cultura es una palabra extraña, y lo mejor que les puede pasar en la vida es tener el último modelo de móvil, pasarse el día jugando a la play, o comprarse el modelito de moda que le ha impuesto el diseñador de turno. Eso para mi es primitivo, no las tribus que viven en medio de la selva.
    Tienes razón también en que escuchar ya no se estila, pero por suerte todavía hay personas con las que da gusto conversar, por eso me encantaría conocerte alguna vez, y tener una larga y constructiva conversación, porque tu eres una de esas personas.
    Un placer para mi también comunicarme contigo, Jesús.
    Un fuerte abrazo.
    Cristina

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  4. Hola Dayra,
    Recibidos con mucha alegría tus saludos a través del océano! Y para allá que van los míos!:)
    ¡Que verdad es lo que dices, cuanto nos queda por recorrer todavía en ciertos países! Aqui en España estamos igual, aunque también debo decir que la filosofía vegana cada vez cuenta con más adeptos, y estoy encantada de ver que hay muchísimos jóvenes que adoptan el veganismo y lo defienden con uñas y dientes. Algunos posiblemente con demasiada vehemencia, pero ya se sabe que cuando uno es joven se pone esa pasión en todo lo que uno hace! :)
    Lo importante es informar bien a la gente, de manera amable y con evidencias, y no dejar que entre en juego la violencia, por muy irritantes que se pongan a veces nuestros opositores.
    Como tu bien dices, los niños deben ser los primeros que reciban esa educación en el respeto y la convivencia pacífica, y el amor por los animales. Si desde pequeños ya les hacen verlos como objetos, esa mente luego será muy difícil de cambiar, aunque por suerte la gente inteligente siempre está dispuesta a escuchar argumentos y cambiar sus ideas si se les convence con buenas razones.
    ¡Otro abrazo vegano para ti también, y mucho éxito en todo lo que hagas!
    Cristina

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  5. Hello, Cristina. Encantado de todo. Gracias por hablar.

    Tengo razones para sospechar ue este año entrante, pueda lograr que conozcas a Jesús, invitada claro está. No te pesará. Me encargaré de atraerte a Cádiz, quizás a hablar de nuevo, si te atreves. Un saludo, y un abrazo.

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  6. No imaginas lo que me aportas al escribir. Te lo agradezco de corazón. Te proporcionaré una oferta irresistible. Al tiempo.

    Saludos y besos sinceros.

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. Hola Fer!! Pues claro que me encantaría conocer a Jesús, y a tí también! Espero no tardar mucho, y estoy segura de que podríamos estar los tres hablando durante días!!

    Un fuerte abrazo y gracias por tus comentarios!
    Cristina

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  9. Hola Farregui!!
    Yo también te agradezco sinceramente tus palabras!
    Me tienes intrigada con esto de la oferta... mi espíritu curioso y hambriento de novedades tiene la antena puesta para cuando te decidas a decirme lo que me tienes que decir.
    Soy toda oídos!!
    Un abrazo!!
    Cristina

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