TUSKA
En este año que termina, y que no se ha destacado precisamente por sus bondades, quiero dedicar la última entrada de mi blog a mi pequeña Tuska. Mi amiga, mi compañera de casa, la confidente de mis alegrías y penas, me ha dejado en el último mes del año, el día 13 de Diciembre de 2009. Durante casi 18 años, Tuska me ha acompañado en viajes, me ha hecho reír, se ha acurrucado a mi lado cuando me notaba triste, ha aguantado los días en que estaba fuera y la tenía que dejar al cuidado de alguien, me ha relajado intensamente con su calor, sus ronroneos y su suavidad, y ha compartido tantas cosas conmigo, que su partida me ha dejado el corazón roto.
Todavía me es difícil pensar en ella sin que acudan lágrimas a mis ojos. Y es que la gente que nunca ha compartido su vida con un gato, un perro, u otro compañero del reino animal, no puede imaginarse lo que se pierde. Los momentos en los que sientes que nadie te podría dar tanto a cambio de tan poco, la nobleza y amor incondicional que te puede dar un animal, son impagables e inolvidables.
En esta vida todavía tenemos mucho que aprender de los animales. Ellos nos lo dan todo, siempre a cambio de nada, solo de un poco de amor y atención. Tuska me dió momentos maravillosos, que quedarán para siempre grabados en mi corazón. Para desgracia y desconsuelo míos, no pude acompañarla en sus últimos momentos, como yo hubiera deseado, y eso todavía me tortura. ¿Recordáis mi entrada sobre los 10 mandamientos de las mascotas? Yo no pude cumplir el número 10, y mi Tuska se marchó sin que pudiese despedirme de ella, pocas horas antes de mi vuelta de un viaje de trabajo. Pocas veces en mi vida he sentido tanta tristeza.
Lo único que me consuela es que mis padres y su increíblemente sensible gato Silver, compartieron sus últimos días, cuidándola con mucho cariño, y mi querida hermana estuvo con ella, y la acarició y dió calor hasta que se fue. Ahora se que Tuska me acompañará siempre, allá donde vaya. Desde estas líneas, todo mi cariño y el homenaje a una pequeña criatura que tanto me dió. Querida Tuska, que brille tu estrella para siempre en el cielo.
Gracias, mi pequeña Tuska.
Cristina
Todavía me es difícil pensar en ella sin que acudan lágrimas a mis ojos. Y es que la gente que nunca ha compartido su vida con un gato, un perro, u otro compañero del reino animal, no puede imaginarse lo que se pierde. Los momentos en los que sientes que nadie te podría dar tanto a cambio de tan poco, la nobleza y amor incondicional que te puede dar un animal, son impagables e inolvidables.
En esta vida todavía tenemos mucho que aprender de los animales. Ellos nos lo dan todo, siempre a cambio de nada, solo de un poco de amor y atención. Tuska me dió momentos maravillosos, que quedarán para siempre grabados en mi corazón. Para desgracia y desconsuelo míos, no pude acompañarla en sus últimos momentos, como yo hubiera deseado, y eso todavía me tortura. ¿Recordáis mi entrada sobre los 10 mandamientos de las mascotas? Yo no pude cumplir el número 10, y mi Tuska se marchó sin que pudiese despedirme de ella, pocas horas antes de mi vuelta de un viaje de trabajo. Pocas veces en mi vida he sentido tanta tristeza.
Lo único que me consuela es que mis padres y su increíblemente sensible gato Silver, compartieron sus últimos días, cuidándola con mucho cariño, y mi querida hermana estuvo con ella, y la acarició y dió calor hasta que se fue. Ahora se que Tuska me acompañará siempre, allá donde vaya. Desde estas líneas, todo mi cariño y el homenaje a una pequeña criatura que tanto me dió. Querida Tuska, que brille tu estrella para siempre en el cielo.
Gracias, mi pequeña Tuska.
Cristina
Realmente lo siento, Cristina. Es imposible no entenderlo, se siente como una cuchillada.
ResponderEliminarPero, ¿sabes cómo estuvo contigo, no? Piénsalo, eso val todo, más que todo.
Yo he perdido algunos, de forma dura, si no me los han envenenado, a lo mejor alguno robado...
Uno, se hace de piedra, de más piedra, cuanto más los recuerda, y más sufre una pérdida.
Recuerda lo que ha vivido contigo, y piensa que otros están siempre esperando encontrarnos por unos años que dura la vida.
Besos, chavala. Lo siento de verdad.
amor incondicional, o limpio que es lo mismo
ResponderEliminarRealmente lo siento, Cristina. Es imposible no entenderlo, se siente
como una cuchillada.
Pero, ¿sabes cómo estuvo contigo, no? Piénsalo, eso val todo, más que
todo.
Yo he perdido algunos, de forma dura, si no me los han envenenado, a lo
mejor alguno robado...
Uno, se hace de piedra, de más piedra, cuanto más los recuerda, y más
sufre una pérdida.
Recuerda lo que ha vivido contigo, y piensa que otros están siempre
esperando encontrarnos por unos años que dura la vida.
Besos, chavala. Lo siento de verdad.
Cristina, sobre todo no dejes que eso te torture. Para nada Cristina. Las cosas vienen como vienen, y ya está, no podemos hacer nada. Luego te escribo mas largo. Un fuerte fuerte abrazo.
ResponderEliminarJesús.
El mejor sitio que tuvo Tuska fue tu corazón.
ResponderEliminarHace 10 meses que Rufo "superperro", un pastor alemán blanco mezclado con otras mil cosas, se fue. Y a pesar de los diez meses, todavía se me llenan los ojos de lágrimas a veces al recordarlo, o al mirar hacia el sitio donde lo enterré en las montañas Mdzimba.
Y eso que sólo estuvo conmigo los 5 últimos años de su vida.
Poco a poco, ese llenarse los ojos de lágrimas se convierte en un recuerdo con menos lágrimas, se elabora el necesario duelo.
Como llegamos a quererles, como llegan a llenar nuestras vidas.
Pero Cristina, no te atormentes por qué no estuviste junto a Tuska en el momento de su muerte; Así vinieron las cosas, nada más. Ni te atormentes ni te culpes de nada. Las cosas ocurren así a veces, sin que queramos, no podemos controlar todo.
Llena tus pensamientos y tu corazón de los buenos momentos, de sus "gambadas" que seguro que las hubo, y sorpréndete a ti misma sonriendo cuando pienses en ella.
Así, La estrella de Tuska brillará sobre todo en tu corazón.
Con todo cariño.
Jesús.
Tuska, una criatura tan especial, para siempre en nuestro corazón. Nos ha dolido mucho a todos, muchísimo... a mí me robaste el corazón el poco tiempo que pasé contigo cuando te conocí, y siempre te recordaré con mucho, mucho cariño. Ahora estás libre de cualquier achaque, feliz y con mucha paz, acompañando a Cristina siempre, manifestando tu presencia de formas que sólo alguien que te conociera muy bien sabría. Gracias cariñete, disfruta de la paz que tienes ahora. Tu estrella siempre brillará mucho.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos, sois unas personas maravillosas. No todo el mundo se toma en serio a alguien que sufre por haber perdido un animal, (los que nunca han compartido su vida con ninguno), así que vuestras palabras de consuelo para mí valen el doble. ¡Que suerte tengo de contar con AMIGOS como vosotros! Una especial palabra de cariño para mi hermana Marisa, que se aseguró de que Tuska no estuviera sola en el momento de su partida, y mis padres, que la cuidaron en sus últimos días como si fuera un bebé: Os quiero muchísimo, familia!
ResponderEliminarFer, Jesus, un fuerte abrazo!
Cristina