NIÑOS VEGANOS VERSUS NIÑOS MACDONALDS, o la historia de una caza de brujas


La estupidez humana no deja de sorprenderme. Cada día más. Que fácil es atacar al que es diferente. Que fácil, cuando la masa de clones es la que manda, haga lo que haga, sea bueno, sea malo. Y que gustito, poderse desahogar, poniendo a caldo al que tiene unos principios mucho más éticos que los propios, en cuanto se atisba el más mínimo resquicio de una oportunidad para criticar cruelmente.

Hablo de la muerte de la pequeña de 11 meses, hija de padres veganos, que murió por malnutrición. Que a gusto nos hemos quedado, eh, gente? Los que tanto criticáis a los veganos, porque en el fondo os parece que hacen algo digno de alabar, que son gente con principios, gran voluntad, compasivos y dedicados, con una forma de vida sana y ética. Algo que vosotros no poseéis. Y que bien os vienen estas cosas de vez en cuando, verdad? Para poder descargar vuestra rabia, ese odio que se tiene a todo lo que es diferente y que no encaja en nuestros esquemas, corroídos con información adulterada y falsa, esquemas caducos y podridos, metidos en una caja negra de la que da mucho miedo salir.

Que mas da que cada día enfermen, e incluso mueran muchos niños, a causa de una alimentación pésima, plagada de "comidas felices" del macdonalds, chucherías, bollerías y porquerías diversas, que enfermen de por vida y lleguen a ser obesos o diabéticos crónicos por los "cuidados" de sus papis, que "avían" a sus hijos con cualquier potingue procesado, que se prepara en 2 minutos con el microondas. No importa que los niños tengan traumas psicológicos por desatención, o que se líen a patadas con un compañero, por la poca educación recibida y la falta de valores que los padres no tienen tiempo de inculcar en sus hijos, o porque la tele o los videojuegos les han reemplazado en la tarea educativa.

A esos nadie los critica, ni los denuncia. ¿Por qué? Porque forman parte de la masa. Porque la masa no se atreve a criticar lo que ellos mismos hacen. Porque no quieren sentirse culpables y hacen la vista gorda.

Los veganos... esa gente extraña, con esas creencias estúpidas de que los animales tienen derecho a vivir una vida digna, algo tenía que pasar, ya decía yo que esos jipis son todos unos drogaos zarrapastrosos!! (dice la masa).

No se ni porqué me pongo a explicar esto. Si el índice de inteligencia es mínimamente alto, la persona razonará y se dará cuenta de que para UN niño vegano que muere, mueren MILES de carnívoros más. Los veganos, en su mayoría, son gente responsable, que cuida muy bien su alimentación, y la de sus hijos. Pero también los hay irresponsables, como en todas partes. Los menos, pero los hay. Y si esos padres no se preocuparon de enterarse de lo que tenían que hacer para mantener la salud de su pequeña, es porque son irresponsables, no porque son veganos.

¿Que pasa con los millones de bebés y niños veganos, totalmente sanos y felices? Es que ellos no cuentan, es que se ha de tomar un solo caso para condenar a todos los padres veganos? En la mayoría de países civilizados, el veganismo ya está bien asentado y aceptado, siendo incluso recomendado por muchos médicos. Pero está claro que aqui seguimos, como siempre, a la cola.

Pongamos el caso contrario. Si un niño come carne, y sus padres le ceban a base de porquerías, y el niño muere... ¿A quien se le ocurre denunciarlos? A nadie. ¡Porque cuidado! Este país sigue en los tiempos de la inquisición en lo que a ciertos temas se refiere. Aqui masacramos a todo el que se atreve a ser diferente y a llevar un estilo de vida que en cierto modo nos amenaza. ¿Por qué? Por lo que antes comentaba: nos toca la moral, nos hace sentir culpables, aunque no lo admitamos, ni a veces lo sepamos nosotros mismos. Ese tipo de filosofías amenaza las ideas que nos han inculcado toda nuestra vida.

Pero el rectificar solo es de sabios. Y la masa no lo es. Ni lo quiere ser. Se vive muy agustito haciendo lo que hacen los demás, sentados en nuestro sillón sin que nadie nos critique, teniendo la aprobación de el resto de los borreguitos. Y haciendo la vista gorda a las injusticias.

A lo que iba. Que los cretinos dejen de exhibir esa actitud pedante y sabelotodo, cuando por un caso aislado, se permiten juzgar y condenar a un colectivo cada vez mas fuerte, y por cierto, más sano que la población en general. Que se dejen de hipocresías y empiecen a informarse de como son las cosas, que se lean las estadísticas, que hablen con conocimiento de causa, y no desde la ignorancia, que es lo mas normal en este país en el que la gente adora a Belen Esteban, y la haría presidenta en unas elecciones.

Que empiecen por cuidar de sus hijos como es debido. Yo metería en la cárcel a todos aquellos padres que dejan que sus hijos se pudran metidos en casa con el ordenador, que les dan chuches y bollicaos y les llevan a los burguers, que les condenan a una vida de gordura, enfermedad y transtornos psicológicos. Ya está bien de buscar cabezas de turco, de atacar como salvajes que disfrutan como lo hacían en el medievo, mientras se quemaba a las brujas.

Todo esto no tiene sentido. Es comparable con lo que hacen las autoridades sanitarias cuando una persona entre millones, muere por cualquier causa, y se descubre que estaba tomando un producto natural. Sea cual sea su vida, su historia, aunque haya abusado de comida o sustancias, la culpa SIEMPRE la tendrá el producto natural. El susodicho producto ya se puede despedir del mercado, porque lo prohibirán y condenarán como un veneno. Sin embargo no pasa nada con los medicamentos que matan a miles de personas cada día, ni tampoco con los diagnósticos médicos erróneos.

Y es que no hay nada como ser parte de la élite que manda. O eso o apalancarse en la masa. No se os ocurra saliros del círculo... no os paséis de la raya. Los borreguitos somos nuestros propios policías, y no dejaremos que ningún elemento radical nos saque de nuestro confortable sillón. Os apuntaremos con el dedo, os gritaremos y condenaremos. Os ridiculizaremos y seréis apartados en un rincón, porque nosotros, la masa, os podemos aplastar... no os atreváis a cometer ni un solo error... lo pagaréis MUY caro.

Preferimos morir gordos, diabéticos y con el colesterol por las nubes, pero estar tranquilitos, dentro de nuestro círculo confortable, atiborrándonos de comida basura sin que nadie nos denuncie. Y los veganos y los animales, que se jodan.

NOTA: Aunque esto no tiene nada que ver con el artículo, quiero aprovechar la ocasión para disculparme con mis seguidores, por no haber podido publicar nada durante dos meses. Por razones personales, no me ha sido posible. Espero poder continuar con el blog de forma habitual a partir de ahora. Muchas gracias por vuestro apoyo!

Comentarios

  1. Caray Cristina,
    me quito el sombrero!

    ResponderEliminar
  2. Desgraciadamente, la comida y la basura se parecen cada día más. Nuestro sistema "alimentario" produce miles de muertes al cabo del año de niños y adultos y nadie sale a demonizar a la industria agroalimentaria.

    ResponderEliminar
  3. VEGANA FOR EVER!!!!:

    "La no violencia lleva a la más alta ética, lo cual es la meta de la evolución. Hasta que no cesemos de dañar a otros seres vivos, somos aún salvajes".

    ResponderEliminar
  4. No sabía nada de la triste historia, así que dentro de mis limitaciones con internet he estado leyendo un poco y la imagen se me queda clara; Es una simple caza de brujas por desconocimiento, falta de criterio y no preocuparse de simplemente enterarse y entender de lo que se está, no ya hablando, sino diciendo uno mismo.
    Es de todo punto absurdo decir que la criatura murió por falta de los cuidados adecuados, "dado que los padres eran veganos".
    El que afirma algo así no tiene la menor idea de el significado de ser vegano, de qué es un vegano. Y de hecho, va contra los propios principios del veganismo esa "dejadez" que puede acabar con una vida.
    El descalificar a todos los veganos por ese hecho es una tontería más del borreguismo consumidor y poltronero.
    Besos Cris.

    Jesús.

    ResponderEliminar
  5. Lucia,muchas gracias, y enhorabuena por tu blog!

    Araña, acabaremos literalmente vencidos por dicha industria, que nos dictará lo que debemos y no debemos comer, se acabó el elegir.

    Vegana for ever: 100% de acuerdo!

    Jesús, gracias por tu contínuo apoyo y comprensión, amigo! Un abrazo!

    Muchas gracias a todos por tomaros el tiempo de dejar un comentario.

    ResponderEliminar
  6. ¡Muy buena entrada!. No soy vegana pero me encanta la cocina vegana y vegetariana. Hay tanto desconocimiento...

    ResponderEliminar
  7. Solo decir que la alternativa a un niño vegano, no es un niño McDonalds. Eso se llama demagogia. De niño jamás fui a McDonalds y soy un gran consumidor de carne, pescado, legumbres y verduras, todas por igual.

    La alternativa es una alimentación completa y equilibrada. No por ser vegano, se está bien alimentado no por no serlo se está mal. Puedes poner a tu hijo a zampar lechugas como una bestia, que no estará más sano, como no lo estaría comiendo sólo hamburguesas.

    Tan erroneo me parece forzar a tu hijo a comer comida basura como a negarle cualquier acceso a la carne o a productos derivados. Más aún cuando es obvio que el ser humano los necesita. Hasta la misma leche materna es derivado animal, ¡no lleva soja! por algo será. La existencia de comprimidos de espirulina es una muestra de ello.

    Una moral hacia los animales tampoco es excusa para un veganismo exacerbado y negación total de productos animales, seguramente algun zapato o sofa de piel habra por ahí, que no sale de la lechuga precisamente. Solo el hecho de estar conectado a internet requiere un suministro electrico altamente contaminante... pero debe ser que la conciencia es selectiva. Animales muertos no, gracias... eso si, tengo electrodomesticos y coche, escribo en papel, tengo muebles de madera y los seres vivos que mueran para producirlos... no son comparables a los que me podria comer.

    No estoy en contra de los vegetarianos, es una opción al igual que muchas otras, a menos que se imponga... por ejemplo a los hijos. Todo lo que sea privar a alguien de algo, que en las cantidades adecuadas es necesario y provechoso para su salud, me parece irracional.

    ResponderEliminar
  8. Estoy absolutamente de acuerdo con el Anónimo de la última entrada. Lo veganos son buenos y el resto de los mortales somos estúpidos que no salimos del McDonalds y nos estamos matando lentamente y condenando a nuestro hijos a una vida de miseria y cáncer, colesterol, obesidad, etc. Venga ya! Cuánto desconocimiento e intolerancia leo también en este blog.

    No tengo ningún problema en que un adulto haga con su vida y su cuerpo lo que le plazca...ahora, cuando hablamos de niños, que aún no tienen capacidad de raciocinio y creen a pies juntillas lo que les dicen sus padres, sea lo que sea...eso es otro cantar. Limitar de una manera tan radical su dieta simplemente porque a sus padres les da la gana no me parece una opción aceptable. Que coman de todo y bien, sano: carne roja, blanca, legumbres, frutas, semillas, verduras, pescado, huevos...Y cuando sean mayores de edad, o al menos tengan la suficiente capacidad de decidir, que escojan cómo quieren vivir y qué quieren comer.

    Pero claro, si uno se cree el dueño y possedor de La Verdad, querrá darle a los hijos lo que cree adecuado. En fin, menos demadogia, por favor!

    ResponderEliminar
  9. Gracias y un abrazo, Iratxe, por tu apoyo!

    Gracias también a los dos Anónimos, por vuestra opinión. Me gustaría aclararos mi intención con este artículo, lamentando que os lo hayáis tomado de esa manera. Lo que he querido comparar SON los dos extremos. Quisiera que me entendiérais bien. No pretendo decir que quien no es vegano milita en macdonalds, si ha parecido que quería decir eso, me disculpo, no era mi intención.
    Lo que me proponía era sugerir a quien tanto condena a los veganos, a que echara un vistazo a los que casi viven en macdonalds, y llevan a sus críos allí contínuamente, y luego encima, en casa, les dan chucherías y porquerías procesadas sin ningún valor nutricional. Me espanta que la gente critique a los veganos, que somos, en mayoría, muy conscientes de la salud, y nos preocupamos de tener una dieta equilibrada (también los hay que no, por supuesto, pero son los menos), y a toda esa gente que condena a sus hijos a una vida de obesidad y enfermedad, se la considere como normal.

    Por supuesto que hay gente que come equilibrado, y no es vegano, nunca he negado eso. Símplemente quería enfatizar la estupidez y la ironía de condenar a los veganos, cuando hay millones de personas que cometen verdaderos crímenes contra su salud, por como se alimentan y alimentan a sus hijos, y contra eso no se alza ninguna voz acusadora, en plan inquisición, como se hace con los veganos.

    Espero haber dejado clara mi intención, de ninguna manera he querido meter a toda la población en el mismo saco, ni pretender que la única alternativa a un niño vegano es un niño macdonalds, solo comparar dos caras de una moneda, que por cierto, tiene también tonos medios, de los que no me voy a ocupar. Porque lo que más me preocupa es la ceguera de la sociedad, que ve la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio, y es de lengua fácil en cuanto se trata de demonizar algo que no entienden, ni les da la gana entender.

    En cuanto a la moral hacia los animales: nadie la quiere usar como excusa para un vegetarianismo exacerbado. No necesitamos excusas. No se puede llamar exacerbado al querer respetar al máximo a todo ser viviente. Quien necesita excusas para no hacerlo son los que no los respetan. Nuestra filosofía de vida es el respeto, incluso a quienes nos despedazan con críticas. Y te aseguro que en mi casa no entra nada de origen animal, a no ser que me engañen. Los veganos ya nos cuidamos mucho de eso, y con orgullo. Y además nos sale más barato usar sintéticos. El veganismo es respeto a la vida.

    Gracias por tomaros el tiempo de comentar.
    Cristina

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Las más vistas

TESTIMONIO REAL SOBRE CURACIÓN DE LEISHMANIOSIS CON MMS

PROHIBICIÓN DE LAS CORRIDAS DE TOROS EN CATALUÑA: UN PASO ADELANTE

EDGAR KUPFER-KOBERWITZ, EL HOLOCAUSTO ANIMAL, Y EL CEREBRO VEGANO