PENSAMIENTOS DE UNA VEGANA
















Las dos caras de la moneda: la libertad y la esclavitud









¡Que ganas tenía de volver a escribir en mi blog! 
Llevo unos días de total despego, y es que la maldita rutina no perdona! La obligación antes que la devoción... ¡Que le vamos a hacer! 

Camino a casa venía yo pensando sobre que tema escribir hoy, (y es que hay tantas cuestiones que merecen comentario), cuando he pasado por al lado de uno de mis mayores horrores visuales, y es el circo que ponen cada año en mi localidad, Circo Williams para mas señas, (¡a ver cuando aprenden del Circo del Sol!), y que cada vez que se instala me cambia el humor y me hace pasar de mi optimismo habitual a una rabia incontenible e impotente. Es espantoso saber que dentro de esos enormes trailers hay elefantes, leones, tigres, y otros pobres animales salvajes, encerrados para toda su vida, condenados a hacer el payaso de manera totalmente antinatural, y a una vida de enclaustramiento, tristeza y desesperación, contínuos viajes, y condiciones deplorables.  

Total, para entretener a unos seres humanos deshumanizados, primitivos y sin un ápice de compasión por esos pobres seres cuyo lugar está en la libertad de territorios salvajes muy lejanos de esta fría e insensible sociedad occidental. Que triste, que los seres llamados "racionales" encuentren divertido y paguen por ver a un majestuoso animal subido a una plataforma haciendo estupideces con una pelota, después de que se le haya castigado de manera continuada para que haga lo que le ordena el machito y patético domador de turno.
Que penoso, que los niños sean llevados a ese desgraciado espectáculo (al igual que los llevan a los toros), en el que se humilla a los animales, en vez de enseñarlos a respetarlos y admirarlos en su entorno natural.

Y todo esto me hace recordar los tiempos en los que se esclavizaba a personas deformes, con taras o minusvalías, para mostrarlos al público para su mofa y escarnio. Con inmensa pena me pregunto si alguna vez el hombre mirará hacia atrás con horror, recordando los tiempos en los que los nobles animales eran encerrados para siempre en cajas, esclavizados y obligados a hacer el ridículo, igual que ahora se mira a los tiempos del "hombre elefante" o la "mujer barbuda" como una época oscura que nunca volverá.

Quienes no sienten compasión por estas criaturas, con la estúpida excusa de que son solo animales, deberían pensar que los elefantes aman, recuerdan y pueden morir de pena igual que nosotros; que los leones, panteras y tigres son seres capaces de sentir desesperación por el encierro, y que su magnificencia y nobleza es reducida a ser un mero pelele de feria.  Todos los animales sienten y sufren. El hombre, en su condición de "ser superior", ha decidido que porque no pueden hablar, o tienen menor inteligencia, pueden ser usados por él en lo que le venga en gana, y convertir sus vidas en un miserable y triste paso por este degenerado mundo. 
Que estrechas mentes, que corazones de plástico, que almas podridas. Odio los circos que usan animales, y todo lo que suponga su abuso, tortura, y humillación. Están en este mundo con nosotros, y NADA, absolutamente nada ni nadie, nos ha dado el derecho a hacer lo que hacemos con ellos. No solo en los circos,  también en la ganadería intensiva, las competiciones "deportivas" con animales, la peletería, etc, etc.

En este caso, me meto con el circo porque se me han revuelto las tripas al verlo allí de nuevo. Porque me trae el recuerdo de aquel año en que ví a los elefantes allí atados con cadenas, moviéndose desesperadamente de un lado a otro, con aquellos ojos tristes de quien sabe que nunca será libre. Maldita raza humana. No nos basta con destruirnos a nosotros mismos, porque un ser humano conoce el mal y sabe porqué somos así, sino que tenemos que acabar con todo ser viviente que habite este castigado planeta. Y ellos no saben porqué están encerrados y lejos de su hogar y los suyos. Ellos no saben de bien ni de mal, solo se mueren de pena, sin razón, sin salida.
Que ruines y necios sentimientos los de quien no sabe ver la tristeza en los ojos de un animal. Los hombres podemos sentir compasión y ayudar a los nuestros, pero esa compasión no debe limitarse a nuestra propia especie, porque eso es una forma de discriminación, sino que se puede extender perfectamente a todas las especies con las que compartimos la Tierra. 

El hombre ha demostrado, a través de maravillosos seres humanos, como Gandhi, que se puede amar, respetar, y cuidar, tanto a personas como animales. Lo uno no quita lo otro. Tenemos unas capacidades inmensas, nuestro corazón puede ser capaz de ser generoso con nuestros semejantes y con los que no lo son, pero que tienen tanto derecho como nosotros a estar aquí, a vivir y disfrutar de sus vidas, sin que un ser que se llama a si mismo "superior" les despoje de ese derecho. Ellos viven sus vidas de la única manera que saben, mediante su instinto cazan y sobreviven. No se conoce absolutamente ninguna especie que cace por diversión, sin necesitarlo para comer, ni que torture a otro por mero placer. ni que esclavice a otra especie para su beneficio. 

El hombre es así. Y por mucho que vaya creciendo el número de personas que son compasivas con las otras criaturas de este mundo, siempre quedan aquellos desalmados que continuarán frenando nuestro avance moral y espiritual como especie. Como decía el gran Gandhi, y me ha vuelto a recordar el amigo Pablo, de Argentina,  "La grandeza de una Nación y de su progreso moral se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales " 

¿Que es lo que hace que algunos seres humanos sean capaces de albergar buenos sentimientos y otros no? ¿Porqué algunos somos capaces de sentir esa conexión con la naturaleza y los seres vivos, y otros solo piensan en sí mismos y su propio beneficio y egoísmo? Estas son preguntas que me repito a mi mísma día a día, sin poder ser capaz de encontrar una respuesta.

El ser humano es capaz de las acciones más maravillosas y las más repugnantes. Y cada día me maravillo ante el sacrificio y la entrega de algunos, y me horrorizo ante los actos despiadados y maquiavélicos de otros. Mientras unos entregan su tiempo y dinero para ayudar y proteger, tanto a humanos como a animales, otros se divierten maltratando y torturando, para además regodearse luego colgando sus "hazañas" en internet.
Y yo no puedo dejar de preguntarme de qué demonios estamos hechos unos y otros, qué es lo que llevan en sus entrañas esos miserables que disfrutan con el sufrimiento de otros? 
Tantas y tantas noches me paso sin poder pegar ojo, pensando que mientras yo estoy descansando tranquilamente en mi cama, tantos millones de seres están pasando por un horrible sufrimiento provocado por otros. 
Pienso en los millones de niños que mueren de hambre mientras en las ciudades occidentales la gente se atiborra de carnes de animales.  Pienso en los millones de animales apelotonados en la oscuridad toda su corta vida, esperando su muerte violenta mientras se matan entre ellos por locura y desesperación causada por las condiciones en las que se los mantiene. Pienso en que todo eso podría dar la vuelta, y estar bien repartido, sin que a nadie le falte de nada, si todos fuéramos VEGANOS. Pienso en la poca gente que está dispuesta a sacrificar sus filetes para que otros puedan comer el grano que alimenta a los animales que sirven para alimentar a unos pocos.

Todas esas cosas me quitan el sueño y no me dejan vivir tranquila. A veces me dan ganas de bajarme del tren, y olvidarme de todo, dejar que todo transcurra sin mi. Marcharme a donde no me lleguen noticias espantosas  de violencia, tortura, hambre, maltrato, injusticia, egoísmo.
Pero no puedo. He de quedarme aquí y seguir sufriendo, y seguir escuchando las bestialidades que cada día parecen aumentar.

Y aunque esta que escribe dista mucho de ser perfecta, ni hace todo lo que le gustaría hacer, pone un pequeño granito en las arenas movedizas de la ayuda humana y animal. Tengo mil defectos y lucho cada día para poder corregirlos. Pero por lo menos intento extender el mensaje del amor, el respeto, y la compasión. Mi optimismo se ve cada día bombardeado por las informaciones que me llegan cada día, sobre todo desde internet, pero hay que seguir luchando, hay que seguir abogando por el respeto a todas las criaturas de este mundo, sean pensantes o no. Todas tienen derecho a vivir dignamente, y el que se crea con derecho de reclamar a otro ser vivo como su posesión, para uso y abuso, es un necio arrogante e ignorante. Ellos nos impiden a todos el avance que como sociedad deberíamos ser capaces de llevar a cabo.

Hay que dejar atrás tradiciones, por muy milenarias que sean, si con ello se arrebata la libertad y la dignidad, o la vida de otro ser. Dejar atrás intereses comerciales si con ellos se causa el dolor y la injusticia.
Ay, ya se que todo esto es una utopía... pero por muy inalcanzable que parezca, ¿debemos dejar de luchar? ¿Debemos seguir permitiendo los abusos a personas y animales?

Yo desde aqui os pido, uno por uno, que no dejéis de decir lo que pensáis, no dejéis de extender el mensaje del amor y el respeto. Quien sabe, quizá algún día, los hijos de nuestros hijos solo tengan que enterarse de la barbarie del ser humano por los libros de historia.
Un abrazo a todos.

(Gracias a Alcodenuncias por la imagen del león enjaulado)

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