TUSKA

En este año que termina, y que no se ha destacado precisamente por sus bondades, quiero dedicar la última entrada de mi blog a mi pequeña Tuska. Mi amiga, mi compañera de casa, la confidente de mis alegrías y penas, me ha dejado en el último mes del año, el día 13 de Diciembre de 2009. Durante casi 18 años, Tuska me ha acompañado en viajes, me ha hecho reír, se ha acurrucado a mi lado cuando me notaba triste, ha aguantado los días en que estaba fuera y la tenía que dejar al cuidado de alguien, me ha relajado intensamente con su calor, sus ronroneos y su suavidad, y ha compartido tantas cosas conmigo, que su partida me ha dejado el corazón roto. Todavía me es difícil pensar en ella sin que acudan lágrimas a mis ojos. Y es que la gente que nunca ha compartido su vida con un gato, un perro, u otro compañero del reino animal, no puede imaginarse lo que se pierde. Los momentos en los que sientes que nadie te podría dar tanto a cambio de tan poco, la nobleza y amor incondicional que te pued...